miércoles, 3 de noviembre de 2010

Lo local y lo global: Influencia en los modelos culturales de cada sociedad.

El debate sobre la globalización y su influencia a lo largo del tiempo en las diferentes sociedades ha sido un tema referenciado en más de un texto. Lo que tratare de hacer, consiste en tomar ciertas referencias para poder justificar una idea formada previamente y que a partir de estos texto a sido sostenida y pretendo ampliar en el futuro. A lo largo de la historia diferentes transformaciones sociales, políticas, económicas, religiosas y tecnológicas, por nombrar algunas de ellas, han cambiado la cultura en las distintas sociedades a lo largo y ancho del mundo. Debido a esta creencia me planteo una hipótesis inicial que será la base del presente ensayo. La misma plantea que - Con la llegada de la Globalización lo local inevitablemente se encuentra influenciado por lo global, transformando los modelos culturales de cada sociedad -.

A lo largo de la historia podemos reconocer que las sociedades se encuentran unas influenciadas por las otras, lo cual a este nivel no seria ningún descubrimiento despampanante, desde los grandes pueblos originarios de America con las tribus más pequeñas, y sus equivalentes en Europa y Asia, pasando por la colonización y conquista de America y la llegada a la india en le edad media, para luego llegar a la Globalización tal cual puede ser observada hoy en los libros de historia reciente o vista en los medios de comunicación donde se puede presenciar en vivo y en directo lo que sucede al otro lado del mundo gracias a las nuevas tecnologías de la comunicación. Para comenzar con un desarrollo un tanto mas elocuente citare la definición que platea Geertz sobre cultura “Al creer tal como Max Weber que el hombre es un animal suspendido en tramas de significación tejidas por él mismo, considero que la cultura se compone de tales trama” (Geertz 1988), seguido a esto podemos exponer que estas tramas no son para nada estáticas y que estas en ido cambiando a lo largo de la historia, nos basta con pensar en los intercambios de mercancía o la manera de producir determinados productos a lo largo de tiempo, sin citar un ejemplo trillado podemos mirar nuestros bolsillos y ver que en nuestros celulares encontraremos la inscripción “Made in China” o nuestra ropa tiene un su cuello un “Made in Taiwán”. Con esto que quiero exponer, que nuestra cultura esta alimentada por otras del mundo y que nosotros alimentamos por igual ellos, unos consumiendo y otros produciendo, y este es solo el comienzo.
Como Geertz también dice “la cultura consiste en estructuras de significación socialmente establecidas” (Geertz 1988). Con la posibilidad de incorporar, conocer y vivir lo mismo que viven personas en otras partes del mundo nuestras estructuras de significación van reconformándose a la par logar a lo largo del tiempo una identificación de un “nosotros” que va mas allá del territorio o la lengua.
En los Tres sentidos de la Historia, Mario Carretero en un pasaje nos plantea que;  
            “la historia parece ser muy eficaz para hacernos sentir miembros del grupo con el que compartimos “algo”… ese mismo relato nos separa de aquellos que no pertenecen al grupo”
En base a esto se plantea la dicotomía de “nosotros” y “los otros”  instancia en la cual el sujeto constituye su identidad relacional. Ahora bien, sin estar mas de acuerdo con este planteo me animo a decir que en la actualidad esto ha ido variando de a poco. El hablar de un “nosotros” o de “los otros” en estos términos, quizás y seguramente sirve para este primer planteo en la historia escolar, pero a lo largo de crecimiento de cada individuo esto se va mezclando con otros tipos de información, con hechos que hacen historia día a día, de los cuales somos testigos por igual, y que nos van uniendo mas allá de una “identidad de nacional” donde la historia popular o cotidiana pasa de la nación-estado a la mundialización, todo esto gracias a el alcance global e instantáneo de la comunicación. Un ejemplo primordial de lo antes dicho es la caída del muro de Berlín, hecho que unió no solo a una nación dividida, sino también al mundo entero.
Esto nos lleva a otra transformación en los modelos culturales de la sociedad actual, a la noción de tiempo, haciendo referencia al ejemplo anterior podemos establecer que esta, como mucha otra información que circula en el mundo puede ser observada, vista y en muchos sentidos hasta revivida como si fuera presente gracias a las nuevas tecnologías de comunicación y los espacio multimedia, creando un tiempo atemporal donde esta historia actual y global que nos significa a diario puede ser revivida desde cualquier parte del mundo,
            “La atemporalidad del hipertexto de los multimedia es una característica decisiva de nuestra cultura, que moldea las mentes y memorias de los niños educados en el nuevo contexto cultural” (Manuel Castells – La sociedad Red. Pág. 496)
Todas estas transformaciones tecnológicas han incidido en la investigación y la transmisión que hoy en día se tiene de los conocimientos. Nos basta pensar en la transmisión de los conocimientos como se daba no solo hace un siglo, sino solo hace una o dos décadas. Pensando en esto, no podemos caer en la negación de que la trasmisión de conocimientos no ha cambiado y que esta para nada ha afectado a las culturas locales.
Veo prácticamente imposible la idea de no verme afectado por sucesos de magnitud mundial, como transformaciones en el mercado, las guerras que se generan en otras partes del mundo, que son por un petróleo que nosotros consumimos, el cambio a los regimenes democráticos en países europeos, la apertura de un MacDonal´s en Moscu y otros tantos que hacen historia.
Con lo antes dicho y para seguir sumando incurriré por un momento en la resta, ya que al tomar una frase de Dany-Robert Dufour, tratare de no caer en una mala interpretación y de sumar mas aun a mi postura, autor dice:
            “La globalización implica, en efecto, la desaparición o la relativización de los  Estados-Nación, de las republicas, de los Reinos y de todo su caudal de leyes llamadas universales, que de pronto parecen ser totalmente particulares” (Dufour – El arte de reducir cabezas. Pag. 92)
Puedo decir que esto es cierto, según mi postura los regimenes políticos, y no solo estos sino también los mercados, como he dicho anteriormente, se ven claramente afectados en esta globalización, y que estos han producido cambios significativos en cada cultura local y que las más afectadas por estos cambios son las nuevas generaciones, las que van formando su identidad hoy en día con esta nueva forma de ver el mundo, expresándose en nuevas formas culturales que ya no pertenecen a un lugar en particular, sino que se suman a otras producidas en las grandes ciudades del mundo donde pueden verse movimientos similares que ellos mismos demonizan culturas, sea Punk, ecologistas, movimientos de derechos humanos, religión, etc., sumando estos a los paisajes que Marc Augé dio a llamar "Los no lugares".
Esto genera una crisis de identidad nacional, pero facilita la aparición de nuevas identidades, donde la identidad definida por la pertenencia a una sociedad con determinado territorio y gobierno, pasa a ser reemplazada por una nueva identidad basada en “ideales primordiales”, etnicidad, lenguaje y demás formas culturalmente concretas, como nos dice Jonathan Friedman en "Identidad cultural y proceso global "(Pág. 138). Según este autor, y avanzando en su texto, “La descentralización global es equivalente al Renacentismo cultural”. Los procesos locales y el global forman parte del la interrelación entre el mercado mundial y la identidad mundial.
Con lo antes expuesto solo creo haber encontrado justificación y apoyo a la hipótesis planteada, con esto no quiero decir que la mima sea absoluta, pero si que al final de este ensayo la mantengo y espero haber sido lo suficientemente contundente para que esta sea compartida.

Nicolas Fassa

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